El último coliseo de Roma, por Fernando González

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En su rol como experto en tenis de Betsson, el ex número 5 del mundo repasa la importancia de uno de los últimos grandes torneos en el circuito, además de dar su opinión sobre el gran momento que Garin vive en la capital italiana.


El torneo de Roma no es solamente el último torneo importante antes de Roland Garros. Es especial por ser un Masters 1000, tiene muchísimos puntos en juego y ofrecer cierta revancha para quienes no tuvieron la suerte de su lado en Montecarlo ni Madrid. Ahora ya queda poco de la gira de polvo de ladrillo, y siempre con ese objetivo final del Abierto francés.

Esta es la instancia en que los grandes jugadores lo entregan todo, buscan hacer algo importante y colgarse quizá el cartel de favoritos antes de llegar a Francia. Es una de esas competencias que te levantan moralmente en el circuito y tiene esos condimentos especiales por la ciudad y la superficie que lo convierten en una de las paradas obligadas para los top 10, por eso vemos a Djokovic, Zverev y demás.

La leyenda dice: ‘si te va bien en Roland Garros, es porque te fue bien en Roma’. La cancha es importante y rompe un poco el esquema ya que es más lenta que Madrid y más rápida de Roland Garros, eso claro, porque el polvo de ladrillo tiene eso de que ningún court es igual y tu juego debe adaptarse rápidamente o estás fuera. Mientras el clima te acompañe, en cuanto a haga calor y la cancha se mantenga rápida, le da un plus a los jugadores de cancha dura que recuperan la velocidad de su juego.

Además, tenemos a Garin, que ya fue protagonista hace unos días en Madrid, lástima por el partido donde tuvo muchas posibilidades de cerrarlo, cosa que no fue posible. Sin embargo, está pasando por un gran momento y como dije, Roma es su gran revancha. Para nadie han sido fáciles estos tiempos, pero se nota que está tomando un buen ritmo con la normalización del circuito. Lo veo ya recuperando el nivel que mostró a principios de 2020 y creo que poco a poco lo va a ir superando.